El Ministro Cesar Martin declaró recientemente que una de las prioridades normativas de su cartera para el 2024, será el diseño y emisión de la Guía y una Estrategia Nacional de protección infantil en internet. Sin dudas son buenas noticias que debemos celebrar y acompañar.
Revisando un poco hacia atrás, es de reconocer que el Estado ecuatoriano ha hecho avances en los últimos años en el diseño de su marco institucional y normativo para el sector digital. Tras la emisión de la Ley Orgánica de Transformación Digital y Audiovisual y su Reglamento y la habilitación del uso de tecnologías como la nube, se han sentado las bases para el impulso del sector. Es de la mano de estos esfuerzos que los marcos de prevención y capacitación de uso de las tecnologías deben a su vez desarrollarse, y los niños, niñas y adolescentes deben ser un pilar fundamental en este enfoque.
Al respecto, es importante que se tome como referencia el marco normativo existente, y evitar así la sobrerregulación. Regulaciones claves a considerar son Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y su Reglamento, así como los principios establecidos en el Código de la Niñez y Adolescencia.
Desde el marco internacional también se han establecido recomendaciones que deben tenerse en cuenta. El respeto a los derechos fundamentales en Internet se encuentra recogido en la Resolución 20/8 del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, respecto a promoción de Derechos Humanos en el Internet y concretamente sobre protección de la niñez, deben considerarse la Observación General Nº 25, elaborada por el Comité sobre Derechos del Niño de las Naciones Unidas, que recoge los derechos de la infancia en el entorno digital.
Asimismo, en la actualidad, prestadores de servicios en Internet ofrecen diversas herramientas y recursos de control parental abocados a preservar la ciberseguridad de sus usuarios. Lo recomendable sería que se logren esfuerzos conjuntos con estos actores que busquen un equilibrio entre la salvaguarda de la ciberseguridad de menores y la protección de los derechos, alejándonos de enfoques prohibitivos o violatorios a derechos como la libertad de expresión, la protección de la privacidad y el acceso a la información. Por eso, contribuir a la educación de la ciudadanía respecto a las herramientas de control parental disponibles en la industria, es una forma de pasar de la mera regulación a la implementación.
Algunos ejemplos interesantes son la herramienta Family Link de Google, que ayuda a los padres a mantenerse informados mientras su hijo explora Internet en un dispositivo compatible. Otro ejemplo es el programa “Sé Genial en Internet”, diseñado para capacitar a los niños a usar la Web de manera segura.
Por su parte Meta, a través de “Meta Child Safety Task Force”, desarrolla mejoras continuas a sus herramientas y programas de protección de menores, y monitorea de manera constante potenciales usos inadecuados de las redes, a la vez que brinda opciones de reporte de contenido por parte de los usuarios.
En breve, y a modo de recomendación para el Estado ecuatoriano, el esfuerzo de diseño de marcos de protección en línea debe trabajarse en conjunto con usuarios e industria, para encontrar un balance entre la vigilancia del contenido para menores y la protección de sus derechos fundamentales. En esta línea, el enfoque del Mintel, al buscar desarrollar una guía práctica y una estrategia colaborativa de prevención, es adecuado y esperamos que esos esfuerzos se prioricen para el buen funcionamiento del ecosistema digital en el Ecuador.
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