Un estudio reciente realizado por John Griffin, profesor de finanzas en la Universidad de Texas en Austin, y Kevin Mei, ha revelado la magnitud de las “pig-butchering” scams en criptomonedas, estimando que han estafado a inversores por más de $75 mil millones. Este estudio utiliza herramientas de rastreo de blockchain para seguir el flujo de fondos desde las víctimas hasta los estafadores, proporcionando una visión detallada de cómo operan estas estafas y su impacto en el ecosistema fintech.
Las “pig-butchering” scams son una forma de estafa en línea que involucra la manipulación y el engaño de personas, especialmente inversores, a través de criptomonedas u otros activos digitales. El término “pig-butchering” proviene de la práctica de los granjeros de engordar cerdos antes de sacrificarlos, haciendo una analogía con cómo los estafadores aumentan artificialmente el valor de un activo antes de “sacrificarlo” al retirar los fondos de forma fraudulenta. Estas estafas suelen comenzar con el contacto de los estafadores a través de mensajes o promociones que aparentan ser oportunidades de inversión lucrativas.
Utilizan tácticas persuasivas y engañosas para convencer a las personas de que inviertan su dinero en un activo, como una criptomoneda o un esquema de inversión ficticio, prometiendo altos retornos o beneficios rápidos. Una vez que la víctima realiza la inversión, los estafadores manipulan el mercado o la plataforma de inversión para aumentar artificialmente el valor del activo, creando una apariencia de éxito y rentabilidad. Sin embargo, cuando las víctimas intentan retirar sus ganancias o fondos, descubren que no pueden acceder a ellos o que el activo ha perdido repentinamente su valor, dejándolos con pérdidas significativas.
Además de las “pig-butchering” scams, otras modalidades de estafas también están en aumento. Una de las más recientes es la estafa “Wangiri”, que ha alertado a las autoridades estadounidenses y a los consumidores sobre los peligros asociados con las llamadas telefónicas perdidas realizadas desde números internacionales. Esta modalidad de estafa, también conocida como “One Ring” (de donde proviene el término), involucra robocallers que llaman repetidamente a un número y cuelgan después de una o dos timbradas. Si la víctima devuelve la llamada, los estafadores comienzan a cobrar dinero, lo que puede resultar en cargos inesperados en la factura telefónica.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos está alertando a los consumidores sobre oleadas de este tipo de llamadas fraudulentas sin embargo, los robocallers se han vuelto más avanzados en ocultar la numeración con la que llaman y ahora están falsificando o imitando números de otros lugares. Algunos especialistas argumentan que otro de los objetivos de estas llamadas es grabar la voz o la imagen de las víctimas para luego clonarlas mediante el uso de inteligencia artificial y así perpetrar nuevos fraudes.
En conclusión, es crucial que tanto los usuarios como las autoridades estén atentos y tomen medidas para protegerse contra estas estafas digitales y aborden las implicancias legales y éticas que surgen en el mundo digital. La colaboración entre el sector privado, los reguladores y los usuarios es fundamental. No hacerlo socava la legitimidad y confianza en la tecnología y las enormes posibilidades que ofrece su uso.
—
Niubox es una consultora que ofrece asesoría legal, consultoría estratégica en asuntos públicos y regulatorios e innovación legal. Conoce nuestros servicios en Perú, Ecuador y Colombia: tecnología y negocios digitales, innovación legal y legaltech, protección de datos personales y ciberseguridad, asuntos públicos y regulatorios, transformación digital, regulación fintech y de criptoactivos, telecomunicaciones y competencia, consumidor y propiedad intelectual.